En primer lugar tomare la parte formal y puedo decir brevemente que los responsables de la campaña se tomaron el delicado trabajo de promocionarlo por todos los medios existentes y sus recursos fueron desde una simple y pegadiza canción hasta participación en los programas de noticias como reporteados, pasando por una intromisión en los magazines radiales y empapelando toda la capital de afiches; a tal punto fue el hastío que mucha gente de mi zona (yo soy del segundo cordón del conurbano), esperaba en vano ver por sus calles a la famosísima guardia urbana. Aunque pueda resultar (y de hecho lo fue) gracioso, pudo explicar con la parte que considero negativa de la campaña: mucha música, mucha imagen, mucho palabrerío, pero poca información. Aun hoy la gente se pregunta cuál es su función o si llevan armas o si pueden hacerte una boleta. Acá me estoy pasando para la parte que auto designe informal, y la opinión del vulgo (según una encuesta que hice) es, a muy grandes rasgos, la siguiente: en un 40% los consideran incompetentes, por su escasa edad, por que no hay una firme reprimenda para en infractor, porque no los ven trabajando, porque son pocos, etc.; en un 30% están los que opinan que a pesar de que no son lo que esperaban, hay que darles tiempo y que es una muestra de iniciativa para cambiar el país; en un 20% se ubican los que están a favor y que encuentran grandes resultados por donde hay guardia urbana; y por ultimo tenemos a un 10% a quien le es indistinto porque cumplen con las normas y no se ven afectados. Espero que mi artículo sea de interés y lleve al debate de quienes encuentran en las campañas un reflejo de lo que somos o quieren que seamos.
Malvi
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